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domingo, 2 de septiembre de 2012
Cuidado de las plantas y las flores
Cuando contamos con un jardín que puede brindarnos una imagen y sensación de bienestar poco común y bastante exclusiva, no dudamos en empeñar gran parte de nuestro tiempo en el cuidado de las plantas del mismo; algunos meses suelen ser más nocivos que otros para la vegetación, por ello debemos estar muy atentos ante los signos que las diferentes flores puedan presentar. Los meses de calor, por ejemplo, ponen a prueba la resistencia de las plantas; las altas temperaturas y el ambiente suelen asfixiarlas provocando que sus hojas decaigan curiosamente; en la mayoría esos síntomas se notan cuando existe un exceso de humedad.
El cuidado de las plantas puede ser muy fácil siempre y cuando contemos con los conocimientos necesarios para llevarlo a cabo, hay que saber, que el exceso de agua es mucho más perjudicial para las plantas que la sed que éstas puedan tener, si vertemos mucho agua sobre ella, lo más probable es que empobrezcamos la tierra dando lugar a la aparición de enfermedades y su consecuente marchitación. Uno de los cuidados de las plantas, o mejor dicho, el primero que debemos efectuar es su limpieza, mantenerlas libres de hojas y flores secas es tan o más importante que su riego, asimismo es necesario sacar todo el polvo que tengan acumulado de lo contrario impediremos sus respiración; podemos pulverizarlas con agua jabonosa, esta sirve para mantener lejos a los parásitos.
Fertilización
Un párrafo aparte en el cuidado de las plantas lo merecen los abonos, podemos decir que el uso de este elemento se remonta a los principios del siglo XX, en esa época un científico holandés hizo un experimento para demostrar que las plantas “comían” la tierra, por ello plantó un pequeño sauce en una gran maceta donde previamente había puesto tierra. Diez años después, el sauce había crecido de gran manera multiplicando su peso por más de cien, cuando el científico pesó la tierra, ésta pesaba exactamente lo mismo que cuando la había colocado.
Esta corta introducción nos sirve para afirmar que las plantas no se nutren de la tierra sino de sus minerales; los básicos son: nitrógeno, fósforo, potasio y calcio, todos ellos se encuentra en forma de sales y a su vez no son los únicos necesarios para el correcto desarrollo de la vegetación. El cuidado de las plantas implica que debemos aportarle a su dieta “hierro, manganeso, magnesio, boro y zinc; es allí en donde el abono se hace presente, el mismo es absorbido por la vegetación en los primeros meses a medida que regamos y el abono se va disolviendo. Cuando necesitemos el uso de abonos, debemos ser conscientes que no todos son iguales, es por ello que se recomienda el uso de fertilizantes en función de cada tipo de planta y la estación del año en que nos encontremos; para saber cuál será el correcto, debemos consultar con el encargado del vivero o sino acudir a libros de jardinería.
El cuidado de las plantas puede realizarse con dos tipos de abono: sólido y líquido disuelto en agua; la única diferencia entre ambos es la rapidez de absorción; esto ocurre con los líquidos, ellos son absorbidos mucho más rápido que los sólidos, esto también influye en el precio de venta final ya que son un poco más costosos. El uso de estos fertilizantes es necesario si queremos que nuestro jardín crezca fuerte.
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