viernes, 5 de septiembre de 2014

La azofaifa es una especie vegetal originaria del sur y del este del continente asiático. Pertenece a la familia de las ramnáceas lo que se nota en los pinchos que presentan sus múltiples ramificaciones. Esto le ha servido para protegerse de los depredadores y llegar hasta nuestros días. Se conoce también con los nombres de azufaifo, azofeifa, azofaifo o jujube. Su nombre es de origen árabe y se ha ido modificando al entrar en contacto con otras lenguas y dialectos.

Se trata de una planta de hojas caducas que puede alcanzar los diez metros de altura, auque lo habitual es que sus ejemplares tengan entre dos y tres metros. La azofaifa tiene una gran ductilidad y se adapta bien a las condiciones más extremas, incluso a la falta de agua y a los suelos pobres. El color de sus hojas es verde adoptando desde el verde brillante y amarillento hasta el más intenso.
Florece con la llegada del calor. Sus flores son pequeñas y poco llamativas, de color amarillento o blanquecino dependiendo de la variedad (hay hasta cuatrocientas diferentes).
Su fruto es la azufaifa, también conocida como azofeifa, jínjol o guínjol. Tiene forma ovalada y pequeño tamaño, y un hueso. Su forma recuerda a una aceituna aunque su color es parduzco y su gusto al de una manzana. Se consume tanto fresco como seco, y posee grandes dosis de azúcares y almidón.
Entre las múltiples aplicaciones de la azofaifa se encuentran las medicinales. Así:

Sus raíces se emplean para preparar una infusión contra la fiebre.
Sus frutos en los tratamientos de enfermedades respiratorias o para aumentar el sistema inmunitario.
Las hojas, como antipirético y astrigente.
Las semillas como sedantes y narcóticos en tratamientos de insomnio, estrés nervioso y estrés.
Si queremos plantar azofaifa en maceta o jardín debemos tener en cuenta las siguientes premisas:

La azofaifa se adapta bien a cualquier tipo de suelo, incluso los que se encuentran en zonas costeras. Eso sí, debe ser un terreno drenado y profundo para ofrecer buenos frutos y crecer vigorosamente.
Podemos obtener ejemplares a partir de semillas o de estacas. También se pueden utilizar esquejes procedentes de raíces.
Debemos regarla regularmente, pero tampoco en exceso.
Puede estar al sol, pues resiste bien las altas temperaturas.
Su crecimiento es muy lento y requiere armarse de paciencia antes de poder disfrutarla.
Podemos podarla para adaptarla al espacio que queremos que ocupe. Esta intervención debe realizarse cuando llegan las bajas temperaturas.
Incluso su madera es muy apreciada y con ella se construyen instrumentos musicales de viento en muchos puntos del planeta.

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