El Felis Manul o Gato de Pallas. Este pariente cercano del gato doméstico, nos da una buena idea del aspecto que debían tener los primeros gatos hace millones de años.
Esta especie surgió hace unos doce millones de años y fué clasificado por primera vez en 1776 por el zoólogo Peter Simon Pallas.
Habita en las estepas de Asia, en zonas de gran altura, han conseguido sobrevivir gracias a que viven muy aislados.
MORFOLOGÍA
Tiene un tamaño y un peso similares a los del gato doméstico, sin embargo algunas de sus características son distintas de las demás felinos, sus pupilas son redondeadas, sus patas y garras son proporcionalmente más cortas que las de los demás gatos. Su hocico es muy aplanado y se pensó que podría ser un antecesor de los gatos persas, aunque luego se demostró que esa relación es falsa.
Su pelo es abundante y espeso, de color ocre con franjas oscuras.
Foto por: Albinfo
REPRODUCCIÓN
La temporada de reproducción del Felis Manul es corta debido al clima extremo de las zonas donde viven, su gestación dura entre 66 y 75 días tras los cuales dan a luz camadas bastante numerosas para compensar la elevada mortalidad de los cachorros.
COMPORTAMIENTO
Son cazadores nocturnos, cazan roedores y pájaros. Suelen pasar la mayor parte del día descansando ocultos en las grietas de las rocas.
Son solitarios y territoriales, tanto machos como hembras marcan su territorio.
Sobreviven y se reproducen mal en cautividad ya que al haber vivido en ambientes aislados tienen el sistema inmunológico poco desarrollado y son sensibles a infecciones.
El Gato de Pallas estuvo seriamente amenazado por la caza para obtener su piel, actualmente está protegido y es considerado muy beneficioso para el entorno porque ayuda a mantener controlada la población de roedores.
Foto por: Paulo B. Chaves
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